A pesar de todos los problemas que se presenten en la parroquia de Caña Quemada, sus moradores también tienen días alegres, llenos de esparcimiento y de espiritualidad, recuerdan con mucha fe el Viernes Santo, y participan con sus familias de la exquisita fanesca, así mismo celebran el nacimiento del niño Jesús.
Participando de la cena de navidad y entregando juguetes a los niños de la parroquia, y por lo general todas las tardes los jóvenes y adultos se concentran en los diferentes lugares de recreación pública a realizar todo tipo de deportes para disfrutar de un esparcimiento sano y salir de la rutina diaria.